Esto al tratarse de un coro de aficionados que habitualmente se dedican a otros menesteres y no a la música no es criticable; pero a menudo esto ocurre también con las bandas de música, donde suenan bien los instrumentos individualmente pero no así el conjunto. Me explicaré. Estaba escuchando la Rapsodia Húngara de F. Liszt a una banda de música y en el preludio, encargado instrumentalmente a los instrumentos de sonido grave, se distinguía perfectamente que había tubas, fagotes, bombardinos, saxos barítonos, cellos y contrabajos; no sonaba el grupo homogéneamente como debía. Me preguntaba. ¿Qué ha ocurrido con las bandas de música, incluso con las profesionales? ¿Acaso a fuerza de interpretar música anglosajona y original para banda, se ha perdido esa sonoridad propia de los conjuntos de mi tierra? ¿Faltan horas de ensayo, no están suficientemente bien preparados los jóvenes directores? ¡No comprendo qué ocurre! Hace un tiempo las bandas intentaban imitar el sonido orquestal, y en cierto modo se consiguió. No, tampoco es eso; una banda no es una orquesta ni muchísimo menos; pero el éxito, el logro mayor de nuestras bandas fue que se consiguió una sonoridad tan peculiar que las bandas habían abandonado el sonido de fanfarria propio de los grupos de viento y percusión creando lo que después hemos llamado banda sinfónica. Precisamente ahora que casi ninguna banda interpreta sinfonías. Siento decir que hoy desgraciadamente no es así. Las bandas de mi tierra han perdido su sonoridad, que las distinguía, y se han convertido en orquestas, pero de vientos y percusión; no se trata de verdad de una banda sinfónica con su sonido de antaño que la hacía singular, única.
Escuchaba decir a un joven director que su orquesta era pequeña, y que debido a los recortes de la crisis que nos atenaza, no le permitían contratar más músicos y por lo tanto no podía interpretar a Mahler, yo no salía de mi asombro ¿Acaso una orquesta es mejor o peor por no tener plantilla para interpretar la sinfonía “el Titán” u otra de las mismas características orquestales? Recordemos, que la citada sinfonía se estrenó en España en los años 70 del pasado siglo, como Cármina Burana de Carl Orf y lo hizo la Orquesta Sinfónica de Bilbao (B O S) a las órdenes de un jovencísimo Rafael Frübeck de Burgos, director que posteriormente ocupó el podio de la Orquesta Nacional de España (O N E). Hasta entonces las orquestas españolas no habían interpretado nunca esa clase de música, y no por ello eran mejores ni peores, pero según la opinión de nuestros jóvenes directores, parece ser que la orquesta que no puede interpretar a Mahler no es orquesta, cuando según mi modesta opinión, resulta muchísimo más difícil interpretar a Haydn, Mozart, Beethoven Schuman, o cual quiera de los clásicos, románticos, e incluso música española que tan abandonada la tenemos, que la obra sinfónica de G. Mahler. La música española es la gran desconocida puesto que brilla casi por su ausencia en el repertorio de casi todas las orquestas españolas, cuando un servidor conoce interpretaciones de sinfonías de Beethoven, de Mozart y muchísimo más de Mahler, que con plantilla o sin plantilla, han dormido al auditorio, interpretaciones como las citadas anteriormente del coro del pueblo anteriormente citado, falto de cuanto una interpretación ha de poseer para ser atractiva, artística.
Las bandas de mi tierra han sufrido una transformación total, tanto que es irreconocible hasta el programa, con títulos en inglés hasta en el 80% del repertorio. Nuestro género nacional “La Zarzuela”, ha desaparecido del repertorio de nuestras bandas, ¿Por qué hoy día no se interpretan zarzuelas? La música española se salva del repertorio bandístico gracias a los pasodobles, aunque esperemos que a los compositores extranjeros no les dé por componerlos, en caso contrario estamos perdidos los españoles. ¿Dónde, en que banda se interpretan aquellas maravillosas fantasías y selecciones de zarzuela instrumentadas para banda que hacían las delicias del auditorio incluso de los extranjeros que nos visitaban? ¿Dónde aquellas maravillosas transcripciones de oberturas, poemas sinfónicos, sinfonías… llevadas a cabo por nuestros grandes directores de las bandas de nuestra tierra? Nada que objetar en que se interprete toda clase de géneros musicales, en especial las obras creadas para banda sinfónica, pero sin abandonar todo cuanto nos ha distinguido en el mundo de la música, cuanto nos ha hecho singulares, únicos.
Esperemos que todo esto que acaece en el mundo de la música sea cuestión de modas, pase y volvamos a la sonoridad peculiar de nuestras bandas que nos ha distinguido en el mundo de la música y que vuelvan a ser un conjunto trabajado, elaborado, que no suene a “big band” americana, que haga las delicias de todos; y que nuestros jóvenes directores no basen sus ansias en las grandes obras sinfónicas, pues para muchos aficionados entre los que me encuentro, Beethoven sigue siendo nuestro compositor preferido y no precisamente sus obras sinfónicas, sino sus cuartetos con la gran fuga. ¡Ah! en todos los conciertos, ¡¡POR FAVOR!! música de los compositores de nuestra tierra, y por supuesto, alguna de las tantas y maravillosas obras de nuestro género nacional que nos encantan ¡LA ZARZUELA!
Las bandas de mi tierra han sufrido una transformación total, tanto que es irreconocible hasta el programa, con títulos en inglés hasta en el 80% del repertorio. Nuestro género nacional “La Zarzuela”, ha desaparecido del repertorio de nuestras bandas, ¿Por qué hoy día no se interpretan zarzuelas? La música española se salva del repertorio bandístico gracias a los pasodobles, aunque esperemos que a los compositores extranjeros no les dé por componerlos, en caso contrario estamos perdidos los españoles. ¿Dónde, en que banda se interpretan aquellas maravillosas fantasías y selecciones de zarzuela instrumentadas para banda que hacían las delicias del auditorio incluso de los extranjeros que nos visitaban? ¿Dónde aquellas maravillosas transcripciones de oberturas, poemas sinfónicos, sinfonías… llevadas a cabo por nuestros grandes directores de las bandas de nuestra tierra? Nada que objetar en que se interprete toda clase de géneros musicales, en especial las obras creadas para banda sinfónica, pero sin abandonar todo cuanto nos ha distinguido en el mundo de la música, cuanto nos ha hecho singulares, únicos.
Esperemos que todo esto que acaece en el mundo de la música sea cuestión de modas, pase y volvamos a la sonoridad peculiar de nuestras bandas que nos ha distinguido en el mundo de la música y que vuelvan a ser un conjunto trabajado, elaborado, que no suene a “big band” americana, que haga las delicias de todos; y que nuestros jóvenes directores no basen sus ansias en las grandes obras sinfónicas, pues para muchos aficionados entre los que me encuentro, Beethoven sigue siendo nuestro compositor preferido y no precisamente sus obras sinfónicas, sino sus cuartetos con la gran fuga. ¡Ah! en todos los conciertos, ¡¡POR FAVOR!! música de los compositores de nuestra tierra, y por supuesto, alguna de las tantas y maravillosas obras de nuestro género nacional que nos encantan ¡LA ZARZUELA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario